El impactante documental "Víctimas del Próvolo" estrena hoy su tercer capítulo.
En esta nueva entrega, la trama está centrada en la historia de una ex alumna que llegó a Mendoza con toda la ilusión de encontrar educación y contención en el instituto para chicos sordos. Y que en diciembre del 2016 -pocos días después de que salieran a la luz las primeras denuncias- tomó fuerzas y valor (junto a un grupo de amigas y ex compañeras) para denunciar los abusos que sufrió en el interior de la sede ubicada en Boedo 385 (Carrodilla).
El tercer capítulo tiene una duración de 6 minutos y 13 segundos; y es la hermana de la víctima quien decidió ahondar en los detalles de la pesadilla vivida por la joven víctima mientras estudió y durmió en el Próvolo mendocino.
Además, el material audiovisual incluye un recorrido inédito por los rincones del edificio.
La producción periodística del trabajo está a cargo de Ignacio de la Rosa; mientras que Marcos Garcia está a cargo de la cámara y edición del trabajo. A fines de noviembre del 2016, salió a la luz el mayor escándalo de abuso sexual eclesiástico de la historia mendocina. Fue cuando un grupo de ex alumnos denunció a 2 curas y 3 ex administrativos como autores de abusos sexuales en el interior del instituto Antonio Próvolo y sus albergues.
Con el transcurrir de los días, los meses y en la medida en que más chicos se animaron a sumar sus denuncias y a ampliar sus declaraciones; la causa fue sumando más y más víctimas y acusados.
Actualmente hay más de 20 ex alumnos que acusan a 14 ex trabajadores del Próvolo (entre ellos los 2 curas y 2 monjas) por abusos sexuales agravados, encubrimiento, hechos de violencia y corrupción de menores.
Los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho están privados de libertad (Corradi con prisión domiciliaria), al igual que el ex administrativo Armando Gómez. El ex monaguillo Jorge Bordón es otro de los acusados por los chicos y ya fue condenado por 11 episodios de abuso sexual agravado cometido contra 5 ex alumnos. Tras reconocer la autoría de los hechos, Bordón fue condenado a 10 años de prisión. Los 4 están denunciados por abuso sexual agravado.
Por su parte, la monja japonesa Kumiko Kosaka también está con prisión domiciliaria; imputada por 6 episodios de abuso y como partícipe primaria. A la monja la acusan de haberle puesto pañales a una niña luego de que Corbacho la violase -para ocultar la hemorragia-; y de haber "entregado" a otra niña al enviarla a la habitación del mismo sacerdote, donde él la violó.
La monja Asunción Martínez, la ex representante legal, Graciela Pascual y otras ex directoras están imputadas además por "omisión".